"Guardaba para tí - cisterna de Lanzarote - mi elogio tercero. . Tu cuerpo blanco, Tu agua honda. Tu cubo de latón amarrado al extremo de la larga cuerda. Tu puerta horizontal, espejo de cielos sedientos y de barbas de robador de agua.
Junto a la palmera que hace voltear sus brazos, junto al camello que arrastra el arado, estás tú, cisterna soleada de Lanzarote."