"Si saben algo de las grandes erupciones volcánicas que la isla de Lanzarote sufrió en el siglo XVIII (.) sabrán también, que la titánica batalla que aquí se libró entre el agua, la tierra y el fuego se puede comparar en cierto modo a la que debió de librarse, a gigantesca escala, en el momento de la creación del planeta. Todo fue caos, confusión, estruendo y muerte."