"Toda la costa de nuestra isla que no es playa está roída y sarrosa. Más adelantada la mañana, la espuma decorará el perfil, disimulando las africanas caries. Ahora, en esta serenidad, con el mar como un limpio corte de manzana, la isla es fea en sus bordes; las casitas de La Caleta del Sebo, Los Corrales y el Barrio Verde, un desordenado montoncillo de cubos blancos con manchas de colores vivos, Pedro Barba, una sucia escombrera."