"Diez barcos de Bretaña trajeron la decoración bretona, el traje caballeresco que Lancelot quiso que vistiera su isla: castillos de puentes volantes y soldados defensores con cuerda para 40 días; dragones cósmicos - hoy Montañas del Fuego - que un fuelle colosal mantenía siempre ardientes; y planos para los laberintos subterráneos, donde, como en las aventuras del Norte, podía haber también reinas raptadas, o muchachas perdidas, en espera del descubridor."